AM 750.0
grande sandro
hace 5 años, 4 meses por arauco
Esta noche abre el programa Eduardo Caimi Un 13 de diciembre de 1828 (mañana se cumplirán 190 años) se produjo el gran magnicidio de la historia argentina. Envalentonado por los doctorcitos liberales y unitarios, ese gran guerrero de las luchas independentistas, Juan Galo Lavalle fusila en Navarro al Gobernador de la Pcia. de Bs. As. (autoridad preponderante de la Nación) Manuel Dorrego. El acontecimiento no significo la mera aniquilación de un personaje como Dorrego, para ocupar un cargo vía una especie de golpe de Estado. La cuestión era mucho más profunda y se vinculaba con el choque inevitable de dos modelos de país, que estaban en disputa. Quién era Manuel Dorrego? Era el Gobernador de la Pcia. de Bs. As. Pero además de ocupar ese rol institucional, era el jefe de los federales porteños. Era el padre de los pobres. Era el tribuno de la plebe. Era quién en una discusión en la Legislatura por una ley electoral del año 1821 había bramado “he ahí la aristocracia del dinero”, que pretendían instalar un voto privilegiado, de casta, excluyendo a la mayoría. Salvador María del Carril, que fue gobernador de San Juan, vicepresidente de Urquiza, ministro de la Corte en tiempos de Mitre, lo había incitado a Lavalle en una carta: Señor general don Juan Lavalle Querido general: [...] Ahora bien, general, prescindamos del corazón en este caso [...] Así, considere usted la suerte de Dorrego. Mire usted que este país se fatiga 18 años hace, en revoluciones, sin que una sola haya producido un escarmiento [...]. En tal caso, la ley es que una revolución es un juego de azar en el que gana hasta la vida de los vencidos cuando se cree necesario disponer de ella. Haciendo la aplicación de este principio de una evidencia práctica, la cuestión me parece de fácil resolución. Si usted, general, la aborda así, a sangre fría, la decide; si no, yo habré importunado a usted; habré escrito inútilmente, y lo que es más sensible, habrá usted perdido la ocasión de cortar la primera cabeza a la hidra, y no cortará usted las restantes; ¿entonces, qué gloria puede recogerse en este campo desolado por estas fieras ? Nada queda en la República para un hombre de corazón”.
hace 5 años, 4 meses por RadioAM750