Son los recuerdos neoyorkinos de una de las pocas mujeres en ganarse un nombre propio dentro del movimiento beat, discípula de Ezra Pound, editada por Lawrence Ferlinghetti y editora junto a Amri Baraka, y compañera de ruta tanto de Jack Kerouac y Allen Ginsberg como de Timothy Leary. Memorias de una Beatnik, de Diane di Prima, acaba de ser publicado por la editorial Las Afueras. La traducción es de Flor Braier y Luis Rubio Paredes.