Tras sufrir el segundo robo en menos de un mes y el quinto en dos años, Julio Ciucci, propietario de Vida Sport, dialogó con Ahí Vamos (de lunes a viernes de 7 a 9 por La Super FM 96.3) y lamentó que «todos los días pienso en cerrar, es muy triste».
El local de venta de indumentaria deportiva fue atacado nuevamente durante el fin de semana. Tres delincuentes llegaron en una motocicleta, rompieron una vidriera, ingresaron, y se llevaron más de una decena de productos. «Estamos cansados, así no se puede seguir. Te queda toda esa sensación de amargura de que no hay solución», indicó.
Sostuvo asimismo que «ya hemos hablado con otros comerciantes, hace rato venimos reclamando por más seguridad. Que compren más cámaras pero que sirvan de prevención. No sirven las cámaras para ver después que fue lo que pasó, hay que prevenir», agregó.
«Nadie vio nada, pero fue a las 2 de la mañana un día sábado, en una zona de mucho movimiento. Es tremendo», añadió Ciucci.
«Cada vez que me roban pienso en cerrar. No puedo dormir. Sigo adelante por mis hijos, nada más», manifestó. Agregó que «quería evitar poner rejas, pero parece que es la única opción que me queda», concluyó.
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Tras sufrir el segundo robo en menos de un mes y el quinto en dos años, Julio Ciucci, propietario de Vida Sport, dialogó con Ahí Vamos (de lunes a viernes de 7 a 9 por La Super FM 96.3) y lamentó que «todos los días pienso en cerrar, es muy triste».
El local de venta de indumentaria deportiva fue atacado nuevamente durante el fin de semana. Tres delincuentes llegaron en una motocicleta, rompieron una vidriera, ingresaron, y se llevaron más de una decena de productos. «Estamos cansados, así no se puede seguir. Te queda toda esa sensación de amargura de que no hay solución», indicó.
Sostuvo asimismo que «ya hemos hablado con otros comerciantes, hace rato venimos reclamando por más seguridad. Que compren más cámaras pero que sirvan de prevención. No sirven las cámaras para ver después que fue lo que pasó, hay que prevenir», agregó.
«Nadie vio nada, pero fue a las 2 de la mañana un día sábado, en una zona de mucho movimiento. Es tremendo», añadió Ciucci.
«Cada vez que me roban pienso en cerrar. No puedo dormir. Sigo adelante por mis hijos, nada más», manifestó. Agregó que «quería evitar poner rejas, pero parece que es la única opción que me queda», concluyó.
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