12 de mayo, 2023 14:34
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Ruy Zurita, investigador forense, sobre el Pozo de Vargas: "Comenzó con comunicaciones orales de personas afectadas por el terrorismo de Estado". Y dijo: "En Tucumán el terrorismo de Estado empezó un año antes, comenzaron a ver esa metodología por parte del terrorismo de Estado de secuestrar personas y hacerlas desaparecer. Eso genera la búsqueda de las víctimas". Además declaró: "Se hablaba de mito porque al lugar hubo que encontrarlo, se sabía que existía pero no quedaban puntos en el espacio geográfico, por una cuestión de manipulación una vez usado". Y agregó: "El pozo fue disfrazado con plantación de limones dónde antes había caña". También aseguró: "En 2002 comienza la causa judicial, se comenzó a buscarlo en el terreno". Y remarcó: "El pozo se encontró, era un pozo de agua del ferrocarril, después de usarla para arrojar los cuerpos, fue con máquinas pesadas y lo destruyeron a 2 metros de profundidad, lo cubrieron con tierra y plantaron limones (...) Se pudo hacer, se encontró y empezamos a escavar. Tiene 3 metros de diámetro y 40 metros de profundidad. Fue un trabajo de minería". Y remarcó: "Se recuperaron 30.000 restos óseos. En el análisis se logró perfilar 149 perfiles genéticos, tenemos 116 con nombre y apellido" Leer más
Ruy Zurita, investigador forense, sobre el Pozo de Vargas: "Comenzó con comunicaciones orales de personas afectadas por el terrorismo de Estado". Y dijo: "En Tucumán el terrorismo de Estado empezó un año antes, comenzaron a ver esa metodología por parte del terrorismo de Estado de secuestrar personas y hacerlas desaparecer. Eso genera la búsqueda de las víctimas". Además declaró: "Se hablaba de mito porque al lugar hubo que encontrarlo, se sabía que existía pero no quedaban puntos en el espacio geográfico, por una cuestión de manipulación una vez usado". Y agregó: "El pozo fue disfrazado con plantación de limones dónde antes había caña". También aseguró: "En 2002 comienza la causa judicial, se comenzó a buscarlo en el terreno". Y remarcó: "El pozo se encontró, era un pozo de agua del ferrocarril, después de usarla para arrojar los cuerpos, fue con máquinas pesadas y lo destruyeron a 2 metros de profundidad, lo cubrieron con tierra y plantaron limones (...) Se pudo hacer, se encontró y empezamos a escavar. Tiene 3 metros de diámetro y 40 metros de profundidad. Fue un trabajo de minería". Y remarcó: "Se recuperaron 30.000 restos óseos. En el análisis se logró perfilar 149 perfiles genéticos, tenemos 116 con nombre y apellido"